Por lo tanto, el proyecto duplicará en apenas 10 años el gasto energético de Aragón, aunque no es algo inasumible, ya que la región es una potencia en la generación de energías renovables. Según los datos de Red Eléctrica de 2023, la provincia de Zaragoza, que abarca a gran parte de la población aragonesa y acoge el mayor número de instalaciones del proyecto, fue capaz de generar un total de 16.145 GWh, de los que 9.648 GWh fueron fruto de sus generadores eólicos y 2.861 GWh de sus plantas solares.
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Esta capacidad de producción convierte a Aragón en una gran exportadora de energía libre de emisiones a otras comunidades y eso es algo que el Ejecutivo autonómico quiere cambiar potenciando el autoconsumo. Para ello, antes de que finalice este glorioso año, ha aprobado en las Cortes regionales una nueva ley de energía con la que quiere «favorecer que los consumidores y productores se puedan conectar dentro de la comunidad a través de líneas eléctricas directas, además de ser más atractivo para nuevas inversiones».
Esta norma incluye la elaboración de un plan energético, para determinar las zonas en las que es posible instalar parques eólicos y fotovoltaicos, es decir, zonas de aceleración renovable en las que se establecerá si es apta para la instalación de infraestructuras bajo criterios de impacto medioambiental, paisajístico, agrícola o social. Por otro lado, decreta que entre el 50{b40a39be368c63c38c0e7fbea86f4f2ebac542cd82322d8e4a824a68b2b7dc7d} y el 90{b40a39be368c63c38c0e7fbea86f4f2ebac542cd82322d8e4a824a68b2b7dc7d} de los impuestos que paguen las empresas que decidan instalarse en la región «se destinarán a proyectos de desarrollo del territorio«.